divendres, 30 de desembre del 2016

ÚLTIMO FESTEJO EN LA VIEJA PLAZA DE BILBAO

El objetauro que presentamos es el cartel del último festejo celebrado en la vieja plaza de toros de Bilbao, horas antes del incendio que la destruyó. El festejo en cuestión fue una novillada en la que intervinieron Manuel Benítez 'El Cordobés', José María Montilla y Rafael Chacarte en la lidia de ejemplares de Antonio Pérez de San Fernando. El día, lunes 4 de septiembre de 1.961.

El cartel, confeccionado en papel por la imprenta Moderna de Bilbao, mide 43 x 32 cms. y se imprimieron 5.000 copia que vieron la luz el 31 de agosto.




A continuación reproducimos la crónica de la novillada firmada en la revista 'El Ruedo' por Luis Uruñuela 'Litri':

"Con tiempo oscuro y la Plaza llena, habiéndose colocado . el cartel de «No hay billetes», se celebró el lunes en Bilbao la novillada extraordinaria para la reaparición del famoso novillero Manuel Benítez «el Cordobés». Se lidiaron reses de don Antonio Pérez, de San Fernando, bien presentadas y con pelea desigual. Los novillos más bravos fueron los que salieron en primero, segundo y sexto lugar. 

Manuel «el Cordobés» entusiasmó al gentío con sus alardes de temerario valor. Lanceó bien a su primero, y en un quite por chicuelinas fue ovacionado. Brindó a la Plaza, y en la faena hubo derechazos altos y de pecho enormes, con valentía extraordinaria y una quietud increíble. Otros, en redondo y de pecho, con temple y aguante formidables. Cinco naturales de asombro y uno de pecho ceñidísimo. Olés y música. Más derechazos en un terreno insospechado. Estocada tendida y descabello a la cuarta. Ovación, petición de oreja y dos vueltas al ruedo. En el cuarto, con los focos encendidos, habiendo cesado la lluvia, es cogido al segundo lance y resulta ileso. La faena de muleta es algo personal, por el alarde de valor y lo mucho que. expone, en los mismos pitones del burel. Tres derechazos, giratorios y de pecho colosales, entre olés y música. Luego cinco circulares asombrosos sin moverse, con una quietud de maravilla. Enorme ovación de toda la plaza. Sigue con naturales, altos y redondos, y el entusiasmo se desborda. Dos pinchazos y estocada. Ovaciones, petición de oreja, que la presidencia no concede; tres vueltas al ruedo y salida a los medios otras tantas veces, con bronca final al presidente, que no le otorgó el trofeo. 

Rafael Chacarte tuvo una tarde triunfal y cortó una oreja entre grandes aclamaciones. Lanceó bien a su primero y realizó un quite enorme entre olés y saludos. Muletea por bajo con clásico estilo y le recorta muy bien. Muchas palmas. Tres naturales y el de pecho colosales. Varios derechazos con arte y valor de maravillosa .ejecución. Olés música. Un molinete ceñidísimo y varios en redondo y de pecho estupendos, que entusiasman al público. Entra bien a matar y coloca una estocada entera, con descabello final. Se pide la oreja y no se la conceden y entre ovaciones de clamor da dos vuelta al ruedo y sale a los medios a saludar. E novillo tenía temperamento y Chacarte estuvo muy valiente y muy torero. A su segundo lo lanceó superiormente, y en un quite afarolado se ganó una fuerte ovación. Empieza la faena con grandes arrestos y saca unos ayudados por alto templadísimos. Acusa el bicho blandura y lo cuida con una gran suavidad artística, para lograr una gran faena, torerísima, entre olés, ovaciones y música. Varios derechazos, circulares y de pecho levantan al público de los asientos para jalearlos. Sigue de cerca, con valor consciente y un arte del mejor estilo rondeño. Pases de pecho muy buenos y unas manoletinas perfectas. Entra a matar colosalmente y coloca media en lo alto. Ovación de gala, una oreja, dos vueltas al ruedo y salida al centro del anillo, para recibir repetidas ovaciones. Al final Chacarte fue paseado a hombros y llevado así por las calles hasta el hotel. 

José M. Montilla dio a su primero (tercero de la tarde) unos lances muy suaves y con temple que se ovacionaron. Empieza a llover. Faena de muleta voluntariosa, ya que el bicho es huido. Dos altos muy buenos y al matar pincha tres veces y termina de media estocada sin puntilla. Ovación y vuelta al ruedo. En el último se lució con la, capa, toreando muy bien. Muleteó con ayudados por alto, con quietud, suavidad y temple. Varios naturales de buena factura y otros en redondo y de pecho enormes. Olés y música, más naturales y de pecho, con adornos diversos que se aplauden. Al matar no tiene acierto. Pincha tres veces, y después de la estocada descabella con varios intentos. Se le ovaciona y, en unión de «El Cordobés», sale a hombros, al igual que Chacarte".