
En estos tiempos en los que la afición donostiarra lucha por sobrevivir en Illumbe cabe una mirada retrospectiva a un pasado, sin duda, más esplendoroso.
La tarjeta postal mide 14 x 9,30 cms. y sirvió en su día, a principios del siglo pasado a juzgar por el sello de un Alfonso XIII niño, para que J. Bastet testimoniara su amistad a una persona residente en la ciudad francesa de Finistere.