divendres, 15 de novembre del 2019

CURRO DEJA SU SELLO EN SAN SEBASTIÁN

Fue en agosto de 1964, en la vieja plaza donostiarra de El Chofre. Curo dejó su sello en su primero. En el otro pintaron bastos. 'El Ruedo' recogía así la tarde:

"En la segunda, con toros de Fermín Bohórquez, desiguales de presentación y bravura y algo ásperos, Fermín Murillo cortó una oreja facilona y sin mérito al mejor toro del encierro y en el otro enemigo estuvo pesado con el estoque.

Curro Romero, que se encuentra en plenitud artística, hizo a su primero una faena que todavía se comenta, y sus verónicas fueron un prodigio de belleza y plasticidad. Solo dio la vuelta al ruedo por no estar expeditivo con el pincho y en su segundo abrevió el trámite, como había que hacer a un toro difícil y peligroso.

El Jerezano no pudo lucirse en su primero, pero en su segundo brilló esporádicamente como muletero de gran estilo. En ambos fue ovacionado".

El objetauro pertenece a la previa del festejo. Un mozo del servicio de la plaza sonríe mientras Curro, ajeno al objetivo, atiende a un admirador. En segundo plano Fermín Murillo se percata de la situación y hace caso al fotógrafo.

La foto mide 14 x 9 cms.