La Fiesta, en toda su verdad, se vive y se convive en Céret. Múltiples sensibilidades culturales unidas por el toreo. Se habla en catalán, en francés y en castellano, se vive en aficionado. Se respeta, de pie, con la cabeza descubierta y en silencio, el himno de Catalunya como pocas veces se hace en la parte de aquí de los Pirineos con la Marcha Real. Se rotula en catalán y los aficionados que aún quedan por aquellas comarcas muestran su orgullo taurino colgando pancartas por toda la plaza.
La Cobla Mil·lenària interpreta pasodobles y sardanas llevando la voz cantante el flabiol: 'L'estaca' de Llach se toca después de 'Gallito' sin complejo alguno. Y para el paseíllo un majestuoso tema compuesto ex profeso por Pascal Comelade. Antes del último astado, con la gente batiendo palmas y en pie, a modo del toro de la jota de algunas plazas aragonesas, se escucha 'La Santa Espina', símbolo de hermandad. Y en el ruedo la suerte de varas tiene tratamiento de vuecencia...
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'Els segadors'. |
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La cobla Mil·lenària. |
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Senyera a la grupa. |
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Rascladors versus areneros. |
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Joao Ferreira. |
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Hierro pintado en el centro del ruedo. |
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Monteras y barretinas. |
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La presidencia. |
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Se cuidan los detalles. |
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El espejo del toro. |
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El picador... |