El Ceci, para los que todavía no lo conocían, ha sido una de las sorpresas de la Magdalena. Apunta el toreo caro, aunque le falta mucho camino por recorrer; está al principio de una carrera que, si no se tuerce, llegará a esperanzar a muchos partidarios. De momento, aparcadas las felicitaciones y los parabienes, queda volver al trabajo, al sacrificio para seguir mejorando lejos de las adulaciones.
Las fotografías de hoy son un merecido homenaje a una tarde en la que también brillaron los novillos que, con tanto mimo, cuida Mara Mayoral en los campos extremeños y que lidia a nombre de su padre, el recordado don Pablo. Y a un torero al que se llevó la desgracia va para treinta y cuatro años porque, el traje que ciñó Cecilio, fue del gran José Cubero 'Yiyo', joven maestro que soñó con la Gloria y tuvo la dicha de vivirla de manera efímera. La familia de un coleccionista radicado en Castelló, ya desaparecido, legó la joya a la Escuela Taurina que no ha dudado en darle una segunda vida...