divendres, 7 de setembre del 2018

ONCE DE BENASSAL

Benassal mantiene viva la llama del toreo tradicional en la provincia de Castellón. La otrora rutilante oferta de novilladas y festivales con las máximas figuras se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos para sobrevivir. ¡Y vaya si lo ha hecho! La Escuela Taurina de Castellón, el Club Taurino Manolo Molés y las ganas de un pueblo por seguir siendo referente han obrado el milagro.

El pasado 2 de septiembre la plaza de madera volvió a recuperar su esplendor y con la nueva fórmula de un matador de toros y cinco aspirantes a la gloria, con un poco de retraso por las inclemencias meteorológicas, el paseíllo echó a andar. La banda, las damas, los quintos en el arrastre, la serpentina, el encierro matutino, la subasta de las carnes de los toros, los niños confeccionando capotes y muletas... ¡La Fiesta!. 

... Y una ausencia, la del recientemente desaparecido Antonio Esteller, alma màter del asociacionismo taurino en la bonita localidad del Alt Maestrat . Vaya para él, desde este modesto blog, mi recuerdo. 

... Y otra, la de Don Pablo Mayoral, tantos septiembres anunciando sus productos en este ruedo. Pero ésta, por suerte, por el trabajo, por la afición, por el buen hacer de su hija Mara, se convierte en presencia en cada embestida de los santacolomas por los que apostó. Puro lujo, una delicia verlos acometer...

Las once instantáneas, albas y negras, recogen lo que fue la tarde...

La banda. Detalle.



Las damas en los coches.

Eugenio de Mora pensativo.

Mantones de Manila en el antepecho del palco.

Manuel Perera y un natural profundo.

Cayetano López a ras de suelo.

Juanvi citando...

La maestría de Eugenio de Mora.

Jorge Rivera, toreo en tres D.

Buen gusto de Javier Camps.

El Ceci, el buen gusto...