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| Beneficencia con aficionados prácticos. |
La localidad madrileña de Colmenar de Oreja celebró el 13 de septiembre de 1,953 una becerrada benéfica que tenía como objetivo aportar fondos para la restauración del altar mayor de la iglesia parroquial.
Tres jóvenes, bajo la dirección del entonces novillero Juanito Bienvenída, se enfrentaron a otros tantos ejemplares de Domingo y Francisco Béjar, de Lozoya (Madrid). Nada se sabe del resultado, pero poca era la confianza de los que los anunciaron porque en la retahíla que suele acompañar a los carteles, aparece el siguiente texto: "serán toreados, banderilleados y muertos a estoque (si pueden hacerlo), los siguientes espadas...". Los espadas en cuestión fueron: Pablo Díaz 'Niño de la Alcoholera', Paco Bienvenida e Hilario González.
El objetauro, realizado en papel por la imprenta Torerías y del que se imprimieron 2.000 ejemplares, mide 43 x 21 cms.
